miércoles, 17 de octubre de 2012

Luces de ciudad.






(Serie de fotografías de luz realizadas por Miguel-E. y en ocasiones con la presencia por una servidora)

Era una noche firme, pero con todas las estrellas descarnadas y fuego corriendo por las alcantarillas. Palpitamos y nuestros abrazos temblaron tan fuerte que disiparon el tiempo y nos hostigaron frente al suelo, frente al finito del gris. Pero la sangre no falló y su sabor nos hizo tropezarnos con las luces salvajes de la ciudad titilante. Nos hizo proclamar el incendio. Proclamarlo ciego.

sábado, 6 de octubre de 2012

Los restos del impacto.

(Fotografía de Toor Anatoly)

Sobre el útero
un papel,
sobre el papel
una pregunta:
¿hay alguien ahí fuera?
o mejor:
¿queda alguien ahí fuera?,
sobre las letras,
un color:
rojo ciego
rojo denso
rojo miedo,
y sobre las interrogaciones
un llanto,
un feto,
los restos del impacto.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Los muros de la memoria.


Los muros de la memoria
no se angustian con la edad
-es por la mujer-,
no se pudren al teñirlos de eternidades
-es por los ojos-,
no huelen,
no saben,
no se mueven
-es por lo gris-
y es seguro
 que la sal de las lágrimas,
que los ácidos de los estómagos,
que los temblores de las manos
-obligándonos a olvidar-,
removerán su interior
y creeremos ver paredes blancas de infartos,
superficies vacías de dolor,
pero éste sólo se habrá escondido
en la bañera
de la mujer de ojos grises
y no podremos ahogarlo
sin dejar de respirar
hasta
el final,
hasta
que adelgacen las paredes
y no seamos más que
patéticos 
cuerpos
laminados.

***

[La mujer de ojos grises parpadea en las ausencias,
¿lo sabíais?,
y quizás podamos,
quizás debamos,
desteñirle las pupilas,
arrebatarle nuestro dolor
y aniquilarnos sin más;
quizás...].